Los diseños desarrollados por el estudio con este material se han extendido incluso al sector de la puericultura donde las exigencias que deben cumplir los componentes de los productos son aún más altas por el público al que van destinados. Además, las propiedades de este tejido permiten que las piezas en las que se utiliza ofrezcan una doble funcionalidad, alargando la vida útil del producto y permitiendo conseguir más con menos, otra de las premisas básicas de la sostenibilidad ambiental.

La preocupación del estudio por el uso de materiales y procesos más respetuosos con el medio ambiente comenzó a fraguarse ya a finales de los años 70, cuando Ximo Roca terminaba sus estudios de Diseño. Sin embargo, como él mismo ha explicado, algunos de sus intentos por diseñar piezas con material reciclado tuvieron un gran reconocimiento mediático, pero fueron un fracaso comercial: “a mediados de los 90, la sociedad no había alcanzado la conciencia ecológica que tenemos hoy en día”.

Pese a ello, siguió investigando e interesándose por las innovaciones en este sentido y, a mediados de la década de los 2000, conoció en una feria en Colonia (Alemania) este material que se estaba desarrollando y que se creaba a partir del reciclado de botellas de plástico. Tras indagar más sobre esta posibilidad, Ximo Roca Diseño decidió empezar a emplear este fieltro en varios de sus productos aprovechando sus cualidades fonoabsorbentes y su suavidad al tacto.

Uno de los primeros productos diseñados con este material ha sido la cuna Cocoto para Micuna, pieza que se expone en esta edición de la Bienal. El estudio buscaba crear un espacio donde el bebé encontrara un aislamiento acústico similar al que disfruta en el vientre materno. Conceptualmente, se buscó un diseño similar a una caja, rememorando el recipiente en el que se entrega tradicionalmente a los bebés en México y los países nórdicos tras el nacimiento. Además, se ideó de tal forma que, una vez transcurrido el tiempo de uso como mini – cuna, se puede reconvertir en juguetero o en alfombra cuando está desplegada y, la base, en una banqueta. Cuatro usos diferentes para un mismo producto que permiten alargar su vida útil y dar respuesta a varias necesidades diferentes.

Lo mismo ocurre con la lámpara Lamuda de Plussmi, cuya ornamentación se elaboró también con este material. Solucionada la necesidad de la luz con el uso de una pieza de LED que ofrece gran luminosidad en un tamaño pequeño, el estudio se centró en la estética de esta lámpara destinada al contract, que es la que atrae visualmente al comprador. Así, se optó por una placa de 9 mm de espesor que rodea a la fuente de luz y que, además, disminuye la reverberación del sonido, al haberse elaborado con este tejido fonoabsorbente. De nuevo, la doble funcionalidad del producto característica de los proyectos de Ximo Roca Diseño.

El fundador del estudio ha concluido su ponencia presentando un nuevo producto, la colección Espai, que Ondarreta lanza al mercado y que se ha elaborado con este mismo material aprovechando sus propiedades acústicas: mamparas para situar sobre las mesas de trabajo. Un producto que funciona con el objetivo de mantener el aislamiento acústico necesario para mejorar la concentración, ya sea en el hogar o en la oficina. Buscando también esa doble funcionalidad, la mampara permite acoplar un perfil metálico en el que instalar diversos complementos útiles para el escritorio.

Cocoto, Lamuda y las mamparas Espai son tres ejemplos de cómo la innovación en materiales buscando la sostenibilidad y el menor impacto ambiental consigue traducirse también en múltiples propiedades que pueden ayudar a diseñar productos funcionales, versátiles y respetuosos con el medio ambiente, dando respuesta, a la vez, a necesidades y a inquietudes de la sociedad. Una demostración más de que el diseño es el mejor camino para encauzar la transformación social y cultural.